Escrito por Laura … Ahora lo fashion es joder a la gente que fuma, discriminarlos y eliminarlos de los lugares públicos. Para empezar, el tabaquismo es una adicción como cualquier otra. Todo comportamiento compulsivo es una adicción, y las hay legales e ilegales. Las ilegales voy a dejarlas de lado, ya que al serlo, de por sí­ no pueden practicarse en público. Dentro de las legales está, además del tabaquismo, el alcoholismo, la obesidad compulsiva, el juego compulsivo, las compras compulsivas y muchas otras. Nadie le prohibe a un hiperobeso que entre a un restaurant y se coma hasta el mantel. Nadie le prohibe a un alcohólico que se chupe hasta el agua de los floreros en bares, restaurantes, calle, incluso en el trabajo hacen la vista gorda salvo que el cambio de conducta sea muy obvio. El juego es fomentado por el estado con bingos y todo tipo de escolazo, si el jugador es compulsivo y se reventó toda la guita para darle de comer a la familia a nadie le chupa un huevo.

Desde que en los 80 las tabacaleras perdieron un juicio en estados unidos por no querer reconocer que la nicotina produce adicción empezaron las movidas anti-tabaco. Primero los avisos en los paquetitos, y recientemente las prohibiciones. El fumador contamina, es cierto, pero mucho menos que los colectivos, autos, fábricas, y miles de empresas de todo tipo. Hay posibilidades de que se muera de cáncer o accidentes cardio-cerebro vasculares. Bien, hay gente que se muere de esas enfermedades y jamás fumó un pucho ni vivió con fumadores. Un tipo borracho en un colectivo, digamos un dí­a de verano con las ventanillas abiertas, jode 80 veces más que un fumador. Entonces vamos a dejarnos de caretear. Es lo fashion, el chivo expiatorio de los últimos veinte años. Si nos rompen las pelotas a los fumadores, que la ley sea pareja y que todo lo que es adictivo sea ilegal. No solamente lo que le conviene a los grupos económicos o a los gobiernos cuando la mierda les llega al cuello. Yo no entro a negocios, bares, o lo que venga donde esté prohibido fumar.