Quejate Conmigo

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Sres.:
Creo que habrá bastante más gente en la misma situación que yo, o incluso peor, pero quiero denunciar mi caso, porque es el que me afecta a mí­ y que sirva de denuncia para el resto de la gente.
Aproximadamente hace unos ocho o nueve años, intenté cambiar mi vida en el aspecto laboral, para lo cual, cogí­ un local en traspaso, en concreto un bar, en las Arenas, en el que tuve que hacer frente a una fianza por el traspaso de cuatro millones de las antiguas pesetas, teniendo que vender un piso de mi propiedad, ya que en aquel momento (ni ahora), tení­a en mi poder esa cantidad de dinero.
Este negocio, sin yo saberlo carecí­a de licencia de apertura, y por lo tanto después de pasado unos dos o tres años, empezaron a llegar denuncias por parte del ayuntamiento por este hecho.
Que dado que carecí­a de dicha licencia, la que suscribe y por recomendación del asesor que tení­a en aquellos momentos, entrego las llaves del bar al propietario del mismo, mientras presuntamente se solucionaban los problemas.
Pasado un tiempo, no solo no se solucionaron, sino que se agravaron, ya que la que suscribe no tení­a medios de subsistencia y por lo tanto durante unos meses dejó de pagar la seguridad social como autónoma, hasta que decidió darse de baja, ya que el asunto parecí­a que se alargaba.
L a que suscribe, hoy es el dí­a que no ha cobrado la fianza que depositó cuando se hizo cargo del bar, (y cree que no la cobrara), ya que según el asesor que tení­a en esos momentos, para llevar adelante el asunto, tendrí­a que abonar una cantidad de unos dos mil euros, en concepto de gastos de abogado y procurador, dinero que la declarante ni tiene, ni puede conseguir, ya que al no tener nada a su nombre, ni tener trabajo estable, por parte de los bancos no les merece confianza para darle crédito.

Por cierto sobre este asunto hubo un juicio que no compareció el dueño del local, y no se ha vuelto a saber nada del dinero, ni del propietario, teniendo conocimiento la que suscribe que el bar ha vuelto a ser abierto (ahora seguramente con licencia de apertura), por otras personas.

Esto de por sí­ ya es un poco para desmoralizar a cualquiera, pero paso a narrar porque no quiero ni oí­r la palabra de sentirme española.
Claro, al no tener medios de subsistencia, y no poder pagar la deuda de la seguridad social, esta, cada vez me cobra más intereses de demora.
No pago por qué no quiera, si no porque desde hace tres años, no tengo trabajo estable(como muchos de los españoles), y trabajo por contratos, el más largo que he tenido ha sido uno de seis meses en una empresa de limpieza, que no dan ni derecho a paro y si lo dan por un breve espacio de tiempo.
Desde el momento que la seguridad social, tiene conocimiento de que cobro una nomina se encarga de enviarme varias cartas, por correo certificado, tanto a mi casa, como a la empresa en la que este prestando servicios, con el fin de comunicarme que me van a descontar una cantidad de la nomina y así­ mismo este hecho se lo comunican también a la empresa.
Yo vivo en Bilbao y es donde de toda mi vida laboral, vengo pagando impuestos, y por eso hablo de aquí­ que es lo que conozco.
Resulta que cuando cerré el bar, debí­a a la seguridad social cinco mil euros, y ahora después de tres años pagando, cuando puedo, ya que como he dicho anteriormente no tengo trabajo estable, debo cinco mil quinientos, por los intereses de demora que me cobra dicho estamento.
Cuando me entero de que cualquier persona que pida una ayuda y este en la misma situación que yo(es decir sin trabajo fijo) cobra 616 euros, estando solo, (si se encuentra casado y con hijos bastante más) y que además de esta cantidad mensual puede solicitar otra ayuda de emergencia por la cual puede cobrar dos mil euros al año, o más, no me queda otro remedio que despreciar el paí­s donde vivo.
Pregunto ¿Cuando la seguridad social, va a cobrar todas las deudas que tiene con la Babcook Wilco, (no se si se escribe así­), Astilleros, y miles de empresas más, que esas sí­ que deben miles y miles de millones, o me piensan cobrar esa deuda a mí­, una pobre trabajadora( no siempre), que lo único que ha tenido ha sido un afán emprendedor, del cual se ha visto perjudicada y que no se niega a pagar, pero que cree que lo mismo que con otros asuntos son consecuentes, hagan lo mismo con ella, es decir no cobrar intereses de demora cuando no los pueda pagar, por que se encuentra desempleada y no por que quiera.
En la actualidad trabajo diez horas al dí­a por ochocientos euros, de los cuales noventa se llevan la seguridad social.
España, un gran paí­s en asuntos sociales (para los de fuera).

Bilbao, 28 de Octubre de 2008
Pilar RECHE MONTERO